La independencia y la época independiente
La guerra de independencia no pasó desapercibida en Tlazazalca. Muchos pueblos fueron destruidos por los contendientes y abandonados por sus pobladores desde el principio de la
insurrección. Este fue el caso de La Piedad (Romero 1972:
115), Tlazazalca (Martínez 1974: 165) y Zináparo (mamo, N egocios Diversos, leg. 1, año 1819).
El cura de Tlazazalca, José Miguel Cabezas, “fue preso
por Hidalgo desde el principio de la insurrección y remitido a
esta capital (Valladolid)” (a h m c , Neg. Div., leg. 1, año 1812).
Después de que los realistas recuperaron Valladolid de
manos insurgentes, se dirigieron a Guadalajara. En enero de
1811 los rebeldes intentaron hacer frente al enemigo para
impedir que se reunieran con sus refuerzos. Para ese entonces
el cura de La Piedad, Antonio Macías y Ruperto Mier, antiguo capitán del regimiento de Valladolid, ocuparon las alturas del puerto de Urepetiro con una fuerza de entre 10 y 12 mil
hombres sin disciplina y mal armados. Por su parte, los jefes
españoles Celestino Negrete, José Cruz y Bustamente habían pasado la noche en Tlazazalca, Icatiro y Huitzó, comandando una columna de entre 8 y 10 mil hombres; se dirigían a
Zamora (Valdez 1896: 14; Bravo 1962-64: 39).
Al día siguiente la batalla fue inminente y resultaron
derrotados los insurgentes, quienes tuvieron que huir a Zamora (González G. 1984: 85). Dos años después se registró
otra batalla, ahora victoriosa para las arm as insurgentes, en
los límites de la jurisdicción. El dos de septiembre de 1813
partió de Zacapu con rumbo a Zamora una expedición com andada por el “general del Norte” don Ramón Rayón (Herrejón 1985: 127), quien el día 5 envió una notificación a don
Ignacio Rayón en la que aseguraba:
…haber desalojado completamente a los enemigos que habitaban en la hacienda de Chaparaco, matándoles ciento y tantos,
tomando cuarenta y tantos fusiles, muchísimas pistolas, sables y armas blancas, cuatrocientos caballos, muías y reses,
etc. Hubo la desgracia por nuestra parte de haber salido heri
do el coronel Lobato, dos oficiales, cinco soldados y tres muertos (Ib id: 128).
El comandante Ramón Rayón regresó a Zacapu al día
siguiente con el botín logrado en la batalla y ocho prisioneros, seis de los cuales fueron fusilados (Loe. cit.).
En 1819 los vecinos de La Piedad, Zináparo y Tlazazalca regresaron a ocupar nuevamente sus poblaciones (Romero
1972: 115; a h m c , Neg. Div., leg. 1, año 1819. Martínez de
Lejarza: 165. a psm t , Disciplinar 1, Padrones Tlazazalca).
La declaración de la Independencia en 1821 se supo en
Tlazazalca mediante un manifiesto expedido por la Junta
Provisional Gubernativa, en el que se anunciaba la separación de España y las causas que motivaron dicha separación.
El manifiesto estaba fechado el 13 de octubre de 1821 ( a p s m t .
Disciplinar 5, edictos).
El nuevo gobierno introdujo una serie de cambios como
el relacionado con la clasificación de los habitantes de México por su origen, haciendo hincapié en que los indios debían
recibir igual trato que los demás. En adelante todos los pobladores del nuevo país independiente serían nombrados ciudadanos e inscritos de esta manera en documentos oficiales, así
como en los registros parroquiales (ibid.).
La división territorial realizada por el gobierno independiente afectó particular__Aite a la jurisdicción de Tlazazalca pues redujo a la mitad su territorio. En 1822 La Piedad
se constituyó en un partido independiente de Tlazazalca y se
le adjudicaron los pueblos de Yurécuaro, Tanhuato, Ecuandureo y Zináparo (Martínez de Lejarza 1974: 173-177).
Tlazazalca se convirtió en un partido del departamento oeste del estado de Michoacán. La cabecera se situó en San
Miguel Tlazazalca y estaban sujetos a ella los pueblos de Purépero, Penjamillo, Churintzio, Chilchota y los diez pueblos restantes de la Cañada de los Once Pueblos. En total había 19 060 habitantes del partido, que se dedicaban principalmente a la agricultura (maíz y trigo), al comercio y a la
arriería, a excepción de los pueblos de la cañada. Esta última actividad continuaba enriqueciendo a los purepenses (Martínez de Lejarza 1974: 165-171).
La división territorial por partidos no coincidió con la división eclesiástica por parroquias. En el caso de Tlazazalca
la situación era complicada, pues civilmente el partido comprendía dos parroquias: la de Chilchota y parte de la de
Tlazazalca con los pueblos de Purépero, Penjamillo, Churintzio y la cabecera; y religiosamente, la parroquia escaba separada en dos partidos, el de Tlazazalca y el de La Piedad, al que correspondían los pueblos de Ecuandureo y Zináparo de la parroquia de Tlazazalca.
Esta diferencia dificulta el análisis y presentación de los datos. En adelante cuando se mencione parroquia de pueblos de Ecuandureo, Churintzio, Penjamillo, Purépero y Zináparo y sus haciendas y ranchos cercanos, sin Chilchota.
Y cuando se mencione partido de Tlazazalca estaremos hablando del territorio comprendido entre los pueblos de Tlazazalca, Penjamillo, Purépero, Churintzio, Chilchota y sus sujetos, sin Ecuandureo ni Zináparo.
En 1831 la parroquia de Tlazazalca tenía 23 8 92 habitantes.
Los acontecimientos políticos, revueltas y pronunciamientos ocurridos durante los primeros 50 años de vida independiente, al parecer, afectaron muy poco a los pobladores de la parroquia, quienes se enteraban de las noticias más relevantes a través de bandos, manifiestos y cartas que llegaban
a la cabecera ( apsm t , Disciplinar 5, edictos).
De mayor trascendencia para los tlazazalqueños fueron las epidemias de cólera morbus que se desataron en todo el país y que provocaron muchos muertos en la parroquia.
Total de muertos por colera morbus en el curato de T l a z a z a l c a . 1833-1849
Población Hombres Mujeres Total
Tlazazalca 36 14 50
Purépero 13 6 19
Penjamillo 18 8 26
Zináparo 24 17 41
Churintzio 3 2 5
Ecuandureo 25 26 51
TOTA!. 119 73 192
Fuen Ir: APSMT, Disciplinar 1, Tlazazalca-varios.
En 1850 se registró un nuevo brote de cólera en La Piedad que atacó duramente a la población de Zamora causando la muerte de 1 140 personas en aquella parroquia (González G. 1984: 90).
La actual iglesia parroquial de Tlazazalca se empezó a construir entre 1835 y 1840 bajo la dirección del ingeniero Pascual Luna, discípulo de Tresguerras
(Sierra 1975: 13).